El ESG (siglas en inglés de Ambiente, Social y Gobernabilidad), abarca temas que habitualmente no se presentan en los informes financieros tradicionales pero que podrían brindar valor a largo plazo para los distintos grupos de interés (inversores, clientes, consumidores, proveedore y potenciales empleados).
IDEALNET
El pilar “Ambiental” permite medir cuantificablemente el impacto positivo o negativo que tienen las operaciones de una empresa en el cambio climático (net zero o conocido en español como cero neto), el uso de los recursos naturales, la gestión de los residuos contaminantes y las oportunidades ambientales en la operatividad del modelo de negocio.
El pilar “Social” permite medir cómo es la gestión de la empresa con relación al talento humano: cuán responsable es el producto/servicio en cuanto a seguridad, la calidad y la conexión que tienen con las comunidades en cuanto a satisfacer las diversas necesidades acorde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El pilar “Gobernabilidad” permite identificar cuan alineada está la gobernabilidad y el comportamiento corporativo en relación con los pilares ambientales y sociales.
Para comenzar, los gerentes, directores o personas a cargo de la organización deben estar familiarizados con el concepto de ESG. Esto incluye tanto su importancia, cómo su relación e implementación en todas las operaciones de la organización. 2.
El siguiente paso será desarrollar un análisis de objetivos de la implementación de la estrategia ESG en la organización. Deberán identificarse oportunidades de mejora en procesos existentes y acciones a incluir dentro de esta estrategia. 3.
La integración de ESG puede requerir ayuda interna o externa a la organización. Esto incluye costos de implementar sistemas de tecnología, capacitaciones o personal adicional. Este paso implica realizar una evaluación sobre qué recursos se necesitan y desarrollar un plan para obtenerlos.
En esta etapa se deben fijar metas y objetivos específicos relacionados con factores ambientales, sociales y de gobernanza. En esta etapa se deben identificar partes interesadas y desarrollar un plan de implementación. Este plan también debe incluir un plan de comunicación para reportar los objetivos y resultados obtenidos a las partes interesadas de la organización.
Para integrar eficazmente los criterios ESG en los procesos de gestión, es importante tener acceso a datos relevantes y fomentar la apertura y la transparencia de la información. Esto puede incluir datos de uso de energía, gestión de residuos o datos relacionados con prácticas laborales.
Una vez que se ha desarrollado un plan para integrar ESG, se debe diseñar un plan de acciones para cada eje ESG. Estas acciones deben estar alineadas para poder cumplir con los objetivos propuestos en pasos anteriores.
Finalmente, se deben monitorear los indicadores para evaluar periódicamente el desempeño de la estrategia ESG. Esto puede implicar realizar auditorías periódicas, recopilar comentarios de las partes interesadas o utilizar métricas de desempeño para realizar un seguimiento del progreso.
ESG es más que seleccionar casillas de cumplimiento y declarar buenas intenciones. Es marcar la diferencia para su negocio y para nuestro mundo; como desarrollar un plan tangible que permita obtener resultados sostenidos que generen valor e impulsen el crecimiento y que al mismo tiempo que fortalezcan nuestro medio ambiente y nuestras sociedades.
No se trata solo del cambio climático, la diversidad y la divulgación, se trata de incorporar estos principios y otros más en su negocio, desde la inversión hasta la innovación y reorientar su empresa hacia un ecosistema de creación de valor que agregue sostenibilidad ambiental, compromiso de los empleados y alianzas con asociaciones externas para así tener un impacto social más amplio.
Cada empresa tiene una situación única y cualquiera que sea el punto de partida en las dimensiones ESG, dará lugar a cambios en otras aristas del negocio: toma de decisiones estratégicas sostenibles, nuevos riesgos a gestionar, mejoras/cambios en los procesos, nuevos productos/servicios, adecuación de los acuerdos con los proveedores, presentación de informes sobre la medición y el progreso en los factores ESG.
Aún así, todo lo anterior se suma a una Nueva Ecuación de gestión para las empresas: comportamientos basados en el propósito y la confianza.
En conclusión, el concepto de ESG (Environmental, Social, and Governance) es un enfoque esencial en el mundo empresarial actual. Esto se debe a que hoy en día, la sostenibilidad y la responsabilidad social son factores cruciales para evaluar el desempeño y el impacto de las organizaciones.
Este enfoque no solo tiene implicaciones positivas en términos financieros, sino que también se traduce en la mejora de la reputación, la atracción y retención de talento, el acceso a nuevos mercados y la contribución a un futuro más sostenible.
Las empresas que adoptan estrategias ESG muestran un compromiso con la sostenibilidad a largo plazo y con los valores éticos, lo que resulta positivo para inversores, clientes y empleados conscientes. El proceso de implementar una estrategia ESG puede ser complejo, pero con los recursos y planificación adecuada puede potenciar una organización y minimizar costos operativos.
En resumen, ESG es más que una tendencia; es una forma efectiva de integrar la sostenibilidad y la responsabilidad social en el tejido mismo de las empresas, generando beneficios tanto para la sociedad como para el mundo empresarial.
Si tu empresa quiere alinearse a esta estrategia y recorrer el camino hacia la carbono neutralidad, y comencemos a trabajar por un futuro más sostenible.
Copyright © IDEALNET | DESDE 1996 - All Rights Reserved.
Powered by @IDEALNET.IO
Este páginas web utiliza cookies Al seguir utilizando este páginas, aceptas nuestro uso de cookies.